Becky Lynch venció a Charlotte Flair para retener el Campeonato de mujeres de SmackDown en un Last Woman Standing, un combate en el que para ganar debes mantener a tu oponente durante 10 segundos en la lona, sin levantarse. Durante la lucha se usaron diferentes armas. Becky Lynch golpeó a Charlotte Flair con un palo de kendo en repetidas ocasiones en los primeros compases de la lucha. Ambas comenzaron a lanzar sillas al ring y las usaron como arma para ganar el combate, llegando incluso a realizar lanzamientos sobre las mismas. También se usó una mesa, que acabó partida por la mitad cuando Charlotte Flair se lanzó por segunda vez sobre Becky Lynch con un Swanton Bomb.
La última arma que apareció en escena fue una escalera y Charlotte la usó para lesionar la rodilla de Becky Lynch mediante patadas y la Figure Four Leck Log, convertida en su versión de 8. En este momento, Lynch pidió la rendición, pero la sumisión no estaba permitida en este combate. Becky Lynch intentó huir, al igual que sucedió en SmackDown 1000, pero Charlotte Flair la atrapó a medio camino. Becky Lynch también usó la escalera en su favor, subiéndose encima y lanzándose sobre Charlotte Flair con un Leg Drop encima de la mesa de comentaristas. Charlotte se recuperó y buscó la victoria, pero Becky Lynch la lanzó sobre una mesa para que el árbitro contara 10 antes de que pudiera levantarse.
La rivalidad entre estas dos luchadoras comenzó en SummerSlam, donde Charlotte Flair se hizo con el título después de ganar una triple amenaza en la que también participó Carmella. Esa noche, Becky Lynch realizó un turn heel. Durante las semanas posteriores, ambas estuvieron enzarzadas en una rivalidad en la que Becky Lynch fue ganando el apoyo del público, a pesar de actuar como una chica mala. En Hell in a Cell, Becky Lynch venció a Charlotte Flair para hacerse con el Campeonato de mujeres y suma 43 días como campeona.
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