Después de que Roman Reigns paralizara al mundo de la lucha libre el pasado lunes al anunciar su recaída en la leucemia, continua surgiendo más información acerca de cómo el anuncio cambió los planes de ese capitulo de Monday Night RAW y de cuántos individuos sabían realmente que el luchador de ascendencia samoana padecía la enfermedad. Al parecer, según explica Dave Meltzer del Wrestling Observer, muy pocas personas conocían su estado, ni siquiera sus compañeros Dean Ambrose y Seth Rollins.
Sin embargo, el excampeón mundial les avisó que quería verlos a los dos después de terminar su segmento en el ring. Ambrose y Rollins sabían por terceras personas que iba a vacar el Campeonato Universal, pero desconocían el motivo. Así también fue la situación para el comentarista de RAW, Michael Cole, quién tampoco se había percatado con anterioridad de su estado de salud. Se desconoce, sin embargo, si Corey Graves y Reneé Young sabían de lo ocurrido.
No obstante, Roman Reigns dio a conocer la noticia a Vince McMahon el pasado jueves, 18 de octubre, cuando supo su diagnóstico final. Durante su conversación, Reigns le pidió a Vince que contratara un bus para que permaneciera en el recinto todo el día hasta el arranque de la emisión. Y así fue. Por ese motivo, el que fuera campeón Universal fue retirado de todos los eventos en vivo del fin de semana.
A pesar de que Vince no estuviera presente en el episodio de RAW, el mandamás de WWE estuvo muy al tanto de controlar quiénes eran las personas que debían saber tal anuncio. Fue Triple H quien estuvo al mando del episodio, aunque mantenía contacto contínuo con Vince. Se cree que Kevin Dunn y Mark Carrano, del equipo de talent relations; y Dave Kapoor y Ed Koskey del equipo de creatividad eran los únicos que sabían sobre qué iba la promo de Reigns. Stephanie y Michael Hayes, por su parte, no pudieron acudir al show.
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