El portal de noticias PWInsider informó en las últimas horas sobre algunos incidentes ocurridos durante la celebración de un espectáculo de la empresa AAW. Aparentemente, durante una lucha entre Jimmy Jacobs y Sami Callihan, la administración del local estuvo cerca de detener el show y la policía estuvo involucrada.
Durante el encuentro, Jabobs fue puesto debajo de un escenario especial para baterías, sobre el que Callihan dispuso una serie de sillas de plástico tradicionales, no las que suelen usarse en estas luchas. Mientras esto ocurría, una de las personas de la administración del local tomó un micrófono y le advirtió que no debía romper las sillas del recinto.
La lucha continuó después de la advertencia y eventualmente Callihan se llevó la victoria, sin embargo, no ocurrió lo mismo con los problemas. Aparentemente se le dijo al luchador que debía abandonar el lugar, y la seguridad del local, policías fuera de su horario de servicio, le pidieron que se retirara. Callihan creyó que todo era parte del espectáculo y comenzó a insultar y pelear hasta que uno de los guardias le advirtió que tenía un arma y dispararía si no paraba. El reporte inicial informó que el luchador fue retirado del edificio, pero el propio miembro de Impact Wrestling ha dicho que tal cosa nunca ocurrió.
Tras los incidentes el show continuó con normalidad, aunque según parece, todos los presentes fueron echados del lugar. Finalmente parece ser que ambas partes llegaron a un acuerdo, con el cual las acciones pudieron terminar sin mayores dificultades. Por medio de su cuenta de Twitter, Callihan admitió haber tenido problemas con la seguridad pero negó los informes donde se dice que lo echaron.
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