Las mujeres de la industria de la lucha libre profesional están alzando su voz. A raíz del presunto caso de abuso sexual de Max Barksy, conocido sobre el ring como David Starr, decenas de mujeres -tanto luchadoras como aficionadas- han acudido a las redes sociales para denunciar otros casos de abuso que han sufrido a manos de luchadores y promotores a lo largo de los años.
Bajo el lema #SpeakingOut (cuéntalo, en castellano), la exluchadora Sierra Loxton, entre muchas otras, impulsó esta campaña, cuyo objetivo es visualizar los problemas que sufren cientos de mujeres dentro de esta industria y exponer a los acosadores, que durante años trabajaron sin asumir las consecuencias de sus acciones.
Por el momento, en poco más de 24 horas, más de 40 personas han sido expuestas por este movimiento. En la lista figuran desde luchadores reconocidos a nivel internacional, hasta promotores, entrenadores y árbitros de la escena independiente. Entre las acusaciones, que son de diversa índole, figuran casos de abuso sexual, maltrato o situaciones de sexo no consentido con alumnas y aficionadas menores de edad, entre otras.
Ante este gran número de posibles casos de abuso, las autoridades británicas ya han comenzado a trabajar para buscar a los culpables. Según confirmó la policía de West Yorkshire (Reino Unido) a la BBC, los funcionarios están abordando "investigaciones iniciales" para llegar al fondo de cada uno de los casos.
Las promotoras independientes empiezan a tomar medidas
Como ya se vio en el caso de Starr, que fue despojado de todos los campeonatos que poseía con efecto inmediato, son varias las promotoras independientes que han decidido actuar para evitar nuevos casos de abuso en sus vestuarios.
De este modo, luchadores profesionales como Jonathan Wolfe han sido retirados de las carteleras de Black Label Pro (BLP) y Game Changer Wrestling (GCW), que este mes de junio retomarán los espectáculos con público en Estados Unidos.
En el plano empresarial, la promotora británica Fight Club: PRO (FCP) anunció el fin de sus relaciones con Martin Zaki, que hasta este mismo viernes era uno de los principales responsables de la empresa. Los ahora directivos acudieron a la cuenta oficial de Twitter de FCP para anunciar la noticia y asegurar que Zaki no recibirá ningún tipo de compensación económica en su salida.
Por su parte, PROGRESS Wrestling publicó un comunicado en su página web oficial en el que condenaba las acciones expuestas en las últimas horas y en el que mostraba su apoyo a las mujeres afectadas. En lo que respecta a expulsión de talentos, la promotora anunció que ni David Starr ni Marc 'Paz' Parry trabajarán más para ellos; mientras que Jordan Devlin y Scotty Davis, actuales campeones en parejas de la empresa, quedan despojados de sus títulos y entran en una suspensión indefinida que será evaluada cuando se retome la celebración de espectáculos.
Más allá de Estados Unidos y Reino Unido, mujeres de otros países del mundo también contaron sus historias y mostrar su apoyo a todas las afectadas. En el caso de España, la escuela y promotora catalana RIOT Wrestling emitió un comunicado condenando este tipo de comportamientos y recordando a sus aficionados que contarán con el apoyo de cualquier miembro del staff en el caso de sentirse inseguros en alguno de sus espectáculos.
Los casos de WWE, bajo investigación
En lo que respecta a la empresa líder del sector a nivel internacional -WWE-, sus responsables ya han empezado a investigar algunos de los casos que involucran a sus luchadores para tomar posibles medidas.
"Nos tomamos muy en serio cualquier acusación de esta índole y estamos investigando el asunto", expresó la empresa a preguntas del periodista Adam Silverstein de CBS Sports.
Por el momento, son ocho los luchadores de WWE expuestos por el movimiento #SpeakingOut: Travis Banks, Jack Gallagher, Joe Coffey, El Ligero, Tyler Bate, Wolfgang, Matt Riddle y Jordan Devlin, siendo estos dos últimos los casos de mayor embargadura a los que la empresa ya se ha referido públicamente.
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