El Hall Of Famer de WWE Edge fue recientemente entrevistado en Busted Open Radio. Durante la sesión, "The Rated R Superstar" habló sobre su combate con Randy Orton en Backslash, revelando que la grabación del encuentro no fue tan larga como algunos medios informaron y hablando sobre la recepción del mismo. A continuación, sus declaraciones al respecto (transcripción cortesía de Fightful):
"Al contrario de lo que puedan pensar los expertos, no se grabó a lo largo de siete u ocho horas. Todo se grabó de una sola vez y después hicimos repeticiones de cuatro tomas. He visto a un montón de gente quejarse acerca de la toma desde debajo de las cuerdas del DDT. Eso es un total de dos segundos. Si eso arruinó el combate entero para ti, entonces tienes un problema más grande".
"Lo pillo, todo el mundo necesita algo sobre lo que poder quejarse, pero esa fue una gran prueba para ver dónde estoy realmente en esta nueva encarnación de cómo quiero luchar en un futuro. Sé que una parte de nuestra audiencia está acostumbrada a combates con 52 Superkicks y 82 acrobacias. Ese no voy a ser yo. Nunca he sido yo, pero especialmente no ahora. Quiero el combate por el que Bret Hart, The Undertaker y Gerald Brisco me mandan un mensaje. Y si para eso es necesario reeducar a la industria y a los aficionados, que así sea".
"Esas tomas repetidas... Las odié, y fueron idea mía. Cuando vi el primer montaje, sin incluir nada de eso, mi reacción fue decir 'no lo necesitamos', pero a Vince le encantaron. Pensé 'maldición, maldición, maldición, ahora van a estar ahí'".
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